La ciudad de los valses, de Strauss, del concierto de Año Nuevo, de los Emperadores... era la última que visitaríamos en nuestro viaje. Y sorprendentemente, a pesar de lo que muchas personas me habían comentado sobre ella, ha sido la que más me ha gustado. Tanto, que no tenía ganas de volver a España y me habría quedado allí una semana o algún tiempo más, pues con dos días de visita creo que es insuficiente.
Viena es una ciudad imperial que me recuerda en gran medida a "La grandeur parisienne", por sus edificios bellos e imponentes. ¿Qué no se puede perder en Viena?
- Palacio de Schönbrunn: era la residencia de verano de los emperadores. Recuerda a Versalles, aunque quizá con menos riqueza tanto en los interiores como en los exteriores. Pero aún así, es visita obligada.
- Palacio Imperial de Hofburg: situado en el centro de la ciudad, a sus alrededores encontramos varios museos interesantes. Yo visité la cripta imperial de los emperadores del Imperio Austro-Húngaro, pues tenía mucho interés en ver la tumba de Sissi, y también visité el museo dedicado a ella, donde podemos ver varios de sus vestidos, fotografías, accesorios personales y las habitaciones del propio palacio.
- Catedral de San Esteban.
- Palacio de Belvedere: situado más en las afueras, sólo visitamos los exteriores.
- Ópera de Viena: aunque en gran parte destruida en la II Guerra Mundial, merece la pena verla, si bien, como comenté en el anterior post, la de Budapest le gana en belleza.
- Pasear por el centro admirando los edificios: la estatua dedicada a la emperatriz María Teresa, los museos de Historia del Arte y Bellas Artes, el ayuntamiento, parlamento, la Ringstrasse (o la avenida del Anillo, es la principal de esta ciudad y donde se encuentran los edificios más importantes).
- Prater: es una zona de recreo donde se encuentra la noria de Viena, la más antigua de Europa.
¿Qué comer? Esta es una pregunta fácil de responder, pues cuando hablamos de Viena se nos viene a la mente la cerveza y las salchichas. Por tanto, esto es lo que no os podéis perder. Si tuviera que recomendar un sitio, os recomiendo un puestecito situado al lado de la Ópera, con un conejo verde en el techo. ¡Las salchichas las hacen tremendas!
¿Qué comprar de recuerdos? Si en Budapest había recuerdos con la imagen de Sissi, en Viena hay por todas las tiendas de recuerdos (hay que decir que Sissi no era querida en Viena, pero al comercio le viene bien). También es interesante acudir a la tienda oficial de Swarovski, pues fue fundada en este país.
Os dejo como siempre algunas fotos de los lugares más bonitos de Viena.
Viena es una ciudad imperial que me recuerda en gran medida a "La grandeur parisienne", por sus edificios bellos e imponentes. ¿Qué no se puede perder en Viena?
- Palacio de Schönbrunn: era la residencia de verano de los emperadores. Recuerda a Versalles, aunque quizá con menos riqueza tanto en los interiores como en los exteriores. Pero aún así, es visita obligada.
- Catedral de San Esteban.
- Palacio de Belvedere: situado más en las afueras, sólo visitamos los exteriores.
- Ópera de Viena: aunque en gran parte destruida en la II Guerra Mundial, merece la pena verla, si bien, como comenté en el anterior post, la de Budapest le gana en belleza.
- Pasear por el centro admirando los edificios: la estatua dedicada a la emperatriz María Teresa, los museos de Historia del Arte y Bellas Artes, el ayuntamiento, parlamento, la Ringstrasse (o la avenida del Anillo, es la principal de esta ciudad y donde se encuentran los edificios más importantes).
- Prater: es una zona de recreo donde se encuentra la noria de Viena, la más antigua de Europa.
¿Qué comer? Esta es una pregunta fácil de responder, pues cuando hablamos de Viena se nos viene a la mente la cerveza y las salchichas. Por tanto, esto es lo que no os podéis perder. Si tuviera que recomendar un sitio, os recomiendo un puestecito situado al lado de la Ópera, con un conejo verde en el techo. ¡Las salchichas las hacen tremendas!
¿Qué comprar de recuerdos? Si en Budapest había recuerdos con la imagen de Sissi, en Viena hay por todas las tiendas de recuerdos (hay que decir que Sissi no era querida en Viena, pero al comercio le viene bien). También es interesante acudir a la tienda oficial de Swarovski, pues fue fundada en este país.
Os dejo como siempre algunas fotos de los lugares más bonitos de Viena.
Plazas del centro histórico de Viena.
Alrededores del Palacio Imperial de Hofburg.
Museo de Historia del Arte de Viena.
Palacio de Belvedere.
Jardines del Palacio de Schönbrunn.
Interior de la Ópera de Viena.
Me despido hasta la próxima, esperando que estos post sobre mi viaje os hayan resultado interesantes. ¡Besos!
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